RAFAELA CARRASCO - Creaviva

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CREAVIVA. Pensamiento impaciente

La creación es femenino. La inspiración es femenino. La creatividad es femenino.

La mujer es creación.

La inspiración puede tener muchas formas y se nos presenta como un impulso hacia la búsqueda.

La creación siempre parte de la provocación que ejerce, en ocasiones un mínimo detalle, que hace que la imaginación vuele hasta lugares inesperados.

La incertidumbre de un creador siempre va de la mano de la confianza en que la inspiración le visitará en cualquier momento, a través de una imagen, una música, una lectura.... Es imprevisible y por eso tan anhelada.

El Flamenco tiene un componente más, que es la emoción que envuelve a cada muestra; aquí y ahora. Como si de un sortilegio se tratase, el artista se deja llevar a un viaje fuera de su propio cuerpo, en busca de ese momento de conexión que hace que se logre un estado único y exclusivo. Si consigue encontrarse con ella (la inspiración) habrá tocado el cielo por unos instantes y la hazaña de alcanzar lo intangible se presentará como una victoria.

Desde muy antiguo se conecta a la creación con las Musas.

Las Musas como Inspiradoras de las artes, agentes o avatares del dios solar Apolo, hijas de Zeus... las nueve musas, misteriosas divinidades de las artes según la mitología griega, descienden de los cielos para susurrar al oído de los mortales los secretos de la creación.

Plurales, impredecibles, las musas personifican nuestra naturaleza creativa, nuestro afán de trascendencia, nuestra necesidad humana de convertir los deseos, penas y sueños en versos, esculturas, lienzos, sonidos... o danzas.

Porque la inspiración es movimiento puro, acción y comunicación, manantial del que fluyen nuestros pensamientos, temores y anhelos convertidos en cuerpo, en palabra o en sonido.

Dicen que para los griegos la creación artística era algo tan supremo, que sería imposible que proviniese del ser humano. Son los dioses y en concreto las Musas las que usan al hombre para transmitir la propia expresión artística, descendiendo a la tierra y susurrando ideas creativas al oído de los mortales.

CREAVIVA pretende tomar de las Musas los verbos del origen del acto de crear: Aprender (Urania), contar-escuchar (Calíope), amar-seducir (Erató), rezar (Polimnia), bailar ( Terpsícore), tocar (música pura, Euterpe), recordar-contar(Clío), reír-llorar(emociones, Melpómene y Talía)

La bailaora y coreógrafa Rafaela Carrasco propone en CREAVIVA, con la dirección escénica de Antonio Ruz, una exploración del universo que conforma cada una de las nueve hermanas, como prismas de una misma joya ancestral y colectiva. Nueve piezas, nueve artes que a través del lenguaje flamenco buscan su expresión, su contraste, su sentido, desde su esencia atemporal.

EL ESPECTÁCULO

Se desea mostrar la realidad del creador en continuo estado de soledad. La frustración, el desamparo, el tiempo de la nada en contraste con la evocación de imágenes como antesala al comienzo de algo, de un algo que acabará encontrando una identidad.  Sentirse ebrio de ideas, que irán tomando forma hasta alcanzar un resultado casi siempre impredecible.

Una obra compuesta por una suite de nueve piezas con motivos compositivos y pensamiento propio. No estarán vinculadas, pero todas formarán parte de un concepto común.

La inspiración se antoja como algo muy personal y subjetivo. Puede partir de lugares inusuales y no siempre es común a varias personas, lo que la hace única para cada uno de nosotros.

Como base musical contará con cante e instrumentación en directo, que se unirán a piezas compuestas y previamente grabadas, para crear un espacio sonoro en el que conviva el flamenco, con aires y ritmos del folclore nacional.

Cinco artistas de diferentes disciplinas que buscarán la esencia de la interpretación. A solas o compartida.

Junto al dramaturgo y poeta Álvaro Tato y a los compositores Jesús Torres e Pablo Martín Jones, Rafaela establece un diálogo entre las formas y estilos del flamenco, conviviendo con ritmos y sonoridades del folklore tradicional, con diversos textos y poemas de la cultura grecolatina referidos a las Musas y sus artes, y convertidos aquí en coplas cantadas.

Buscamos la expresión del movimiento en cada una de ellas, sus símbolos y sus tradiciones asociadas, para trasmitir en las coreografías la esencia de las nueve hermanas: Calíope, Clío, Érato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania.

A partir de la experiencia vital y artística de su colaboración mutua, que ha dado lugar a espectáculos como Nacida sombra (2017), Ariadna. Al hilo del mito (2020) y Nocturna. Arquitectura del insomnio (2021), los artistas ofrecen una mirada contemporánea al mito que encarna uno de los grandes misterios de la condición humana: la creación.

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