La colección

El conjunto de obras que desemboca en la donación tiene una larga historia que se remonta a 1960, cuando don Mariano Bellver comienza a desarrollar su actividad como coleccionista. En ese momento comenzó a adquirir obras mientras su criterio iba perfilándose. El coleccionista no solamente ha adquirido obras, sino que la colección ha estado viva. Además de las adquisiciones ha habido ventas, pero siempre en la búsqueda de mejorarla en calidad. No solamente ha sido una sucesión de adquisiciones, sino también de ventas de obras de calidad menor, para mejorarla. El coleccionista ha tenido la firme esa idea de mejorarla y corregirla siempre en lo posible, con una serie de criterios que buscaba la variedad de los autores sevillanos, o de esta escuela, representados y de que la temática recogiera escenas de costumbres o paisajes locales. La cualidad narrativa de la pintura es un criterio claro de selección. Don Mariano Bellver siempre ha dejado claro que no trataba de formar la colección de un museo, sino la de un particular que adquiere aquello que le parece agradable y propio de una vivienda, en la que la presencia de la tradición es una constante y un referente. Precisamente esa cualidad narrativa es la que  ha motivado la alta presencia de obras de García Ramos en su colección. Sirva ese dato de elocuente ejemplo para determinar sus criterios.

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Su predilección por la pintura se manifiesta con claridad en la cantidad y calidad de obras que forman su colección. Ha adquirido a particulares, en subastas nacionales e internacionales y en el comercio local y nacional. Entre los comerciantes que más obras le ha suministrado figura Segundo Pérez, anticuario sevillano especializado en pintura del siglo XIX. Ha adquirido también en ferias nacionales, particularmente en Madrid. En relación a la escultura, se trata de una actividad artística que se incorpora más tardíamente a su colección. Entre la tipología de tallas destaca en número y calidad los Niños Jesús, iconografía muy extendida en Sevilla y que su mujer, Doña Dolores Mejías siente especial predilección. Otras manifestaciones artísticas son los muebles y la cerámica, que en la mayor parte de los casos, han sido adquiridas para un uso doméstico, por lo que han jugado el papel y la función para los que fueron creados en la mayor parte de los casos. Hay que mencionar otro campo de su interés, que es el de las obras realizadas por su abuelo, el escultor Ricardo Bellver. Al respecto, don Mariano ha ido reuniendo diversas obras, modelos y bocetos en papel, así como vaciados de obras. De este último tipo sobresale la obra más popular y una de las de mayor empeño de Ricardo Bellver, El ángel caído. Con el original en el parque del Retiro de Madrid, don Mariano ha encargado un vaciado a tamaño natural. Su incansable capacidad, le lleva a continuar con esta labor para que, una vez que las obras donadas abandonen su casa de la Plaza del Museo, poder continuar su labor de coleccionista.

Hay que destacar el excepcional estado de conservación de la colección, así como su documentación, labores ambas llevadas a cabo de modo encomiable y constante por Don Joaquín Frías.

La colección está compuesta por 567 piezas:

  • 299 pinturas
  • 18 esculturas de mármol
  • 7 esculturas de marfil
  • 31 esculturas de madera policromada
  • 13 relojes
  • 44 muebles
  • 42 piezas de cerámica y porcelana
  • 50 figuras de hueso y marfil
  • 63 figuras de barro y bronce

Es la mayor colección del costumbrismo sevillano.